Washington, 25 mar (Prensa Latina) El analista brasileño Pepe Escobar advirtió hoy que el interés de Estados Unidos por la guerra en Ucrania tiene como objetivo supremo lograr un cambio de régimen en Rusia.
Para el experto en temas de geopolítica, Washington no tiene intención alguna de facilitar un plan de paz en Ucrania, y eso explica las incesantes tácticas dilatorias del presidente Volodimir Zelensky.
Ucrania es sólo un peón en el juego, o peor, mera carne de cañón en medio de los intereses de la administración del presidente Joe Biden, que ha expandido un odio desmedido contra Rusia y todo lo que involucre a esa nación, explicó.
En un artículo publicado en el sitio Strategic Culture, Escobar agregó que las aspiraciones de la Casa Blanca han ido en ascenso especialmente desde que las fuerzas militares de Donetsk y de Rusia se han abierto paso por Mariúpol.
En la noche del miércoles, lograron controlar más del 70 por ciento de las zonas residenciales de esa ciudad portuaria, donde se encuentra el cuartel general del batallón ucraniano neonazi Azov, de acuerdo con fuentes rusas.
Según el analista, Mariúpol está a punto de ser desnazificada a fondo, ya que la fuerza de combate más aguerrida del contingente Azov estaba atrincherado desde hace tiempo en la ciudad mientras utilizaba a los civiles como escudos humanos.
Ese avance implica un cambio de juego importante en el campo de batalla ucraniano, aclaró, aun cuando la maquinaria comunicacional estadounidense no lo reconozca, defienda al neonazismo por encima de todo y siga entrometiéndose en un conflicto ajeno a la seguridad nacional del país.
De acuerdo con la propaganda occidental, dijo el experto, se deben atribuir a Rusia las 14 mil muertes registradas en la región de Donbass en los últimos ocho años, desde el golpe de Estado apoyado por Washington y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) contra el entonces gobierno pro-ruso de Víktor Yanukóvich.
Ucrania, con sus patéticas bandas neonazis, es sólo un peón prescindible en el desesperado afán estadounidense por detener el crecimiento ruso; sus relaciones con otras súper potencias como China y Alemania; y la paz en la región euroasiática, agregó.
«La rusofobia, impresa masivamente en el ADN de Occidente -explicó Escobar-, nunca ha desaparecido. Nos encontramos en las primeras etapas del impulso final del Imperio moribundo para intentar detener el flujo de la Historia».
Están siendo superados, concluyó, por la principal potencia militar del mundo, y serán derrotados. Existencialmente, no están equipados para matar al Oso -símbolo de Rusia- y eso duele.
El 24 de febrero, el presidente ruso, Vladímir Putin, anunció el inicio de una operación militar especial en el territorio ucraniano, luego de que las autoridades de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk solicitaran ayuda frente a la agresión de Kiev.
Moscú alertó en varias ocasiones sobre las amenazas que representaban para su seguridad nacional las posturas belicistas de la OTAN y su expansión en Europa del este.